En “Placeres
prohibidos” (1931)
se nota el influjo del surrealismo en las imágenes oníricas; expresa
sus problemas íntimos, derivados de su condición de homosexual, y
su ansia de amor sin trabas.
“Donde
habite el olvido” (1934) (expresión
tomada de un verso de Béquer) presenta una poesía intimista y
austera, con escasa adjetivación y en busca de la naturalidad;
expresa su desolación ante el desfase entre sus anhelos y la
realidad.
En
1936 reúne toda su poesía bajo el título: “La
realidad y el deseo”,
palabras que recogen el conflicto central de su vida, el anhelo de
realización personal y libertad amorosa frente a las limitaciones
impuestas por el entorno social. Esta obra fue objeto de varias
ediciones,en las que va incorporando su producción del exilio: “Las
nubes“ (aborda
el problema de España y la guerra desde la distancia del
exilio), “Vivir
sin estar viviendo” y “Con
las horas contadas” (obra
de nostalgia, de recuerdos, regida por la obsesión por el paso del
tiempo) y “Desolación
de la quimera” la
última, ya póstuma, en 1962, que incorpora uno de sus poemas más
famosos, el “Díptico español”.
Los
temas que acostumbra a usar Cernuda son la pasión amorosa, la
soledad, el hastío, la añoranza de un mundo más habitable, la
exaltación de la belleza cuando es joven. Y, ya en la madurez, la
nostalgia y el recuerdo de España, reflexión sobre el paso del
tiempo, la vejez y la muerte, y una visión más contemplativa del
amor.
La
poesía cernudiana es una poesía de la meditación, y consta de
cuatro etapas, según Octavio Paz: los años de aprendizaje, la
juventud, la madurez y el comienzo de la vejez.
- A la etapa inicial pertenecen las primeras poesías, publicadas en 1927 con el título de Perfil del aire —que muestran a un poeta elegante en su contemplación elegíaca del mundo— y Égloga, elegía, oda, escrito entre 1927 y 1928, que rinde homenaje a la tradición clásica a la vez que toca algunos temas muy cernudianos: amor y eros en especial.
- Comienza el ciclo de la juventud con Un río, un amor y Los placeres prohibidos, escritos entre 1929 y 1931. Esos dos libros revelan la adhesión de Cernuda al surrealismo. Aunque el clasicista que siempre hubo en él atempera muchas veces la ruptura formal, lo esencial de esos poemarios es su espíritu de rebeldía contra el orden establecido. En Los placeres prohibidos la rebelión crece con la abierta reivindicación de la homosexualidad. Donde habite el olvido (1934) es un libro neorromántico, «superbecqueriano», que desarrolla una elegía amorosa. Invocaciones, de 1934–1935, presenta al neorromántico dilatándose en amplios poemas que celebran las glorias del mundo y exaltan la misión del poeta.
- El período de madurez arranca con Las nubes (1940 y 1943), uno de los más bellos libros de poesía sobre la Guerra Civil, donde lo elegíaco alcanza su plenitud. Bajo el estímulo de la lírica inglesa, incluye monólogos dramáticos, como «La adoración de los magos». Prolonga tono y estilo en Como quien espera el alba (1947). Obsesionado con sus recuerdos sevillanos, elabora en prosa Ocnos (1ª ed. en 1942, luego ampliada: 1949 y 1963), esencial para entender su mitología del Edén perdido.
- En México se desarrolla su última etapa. Allí compondría Variaciones sobre tema mexicano (1952), Vivir sin estar viviendo (1944–1949) y Con las horas contadas, de 1950–1956, que en ediciones posteriores incorporará Poemas para un cuerpo (Málaga, 1957). Es perceptible la sustitución de la anterior musicalidad elegante, garcilasiana, por un ritmo seco, duro, y por la renuncia a toda ornamentación en favor del concepto. Este estilo alcanza su plenitud en Desolación de la Quimera (1962).
- La función del poeta en la obra de Luis Cernuda entronca perfectamente con la tradición romántica, según la cual el artista aparece como un ser solitario dotado de un don sobrenatural que le permite ver y expresar lo que otros no pueden. En esta línea, Cernuda se nos presenta como un integrante de una tradición que arranca con los románticos, sobre todo con los alemanes como Hölderlin, Novalis o Heinrich Heine y que en España representa la figura de otro sevillano, Gustavo Adolfo Bécquer. El poeta es, por tanto, un «elegido», bien sea por Dios o por el Demonio. Es un ser maldito, marginado por la sociedad, hecho del que deriva su soledad total. En el caso de Cernuda, esa condición de maldito, de diferente, viene reforzada por su forma distinta de entender el amor. Su homosexualidad choca frontalmente con los usos y las normas propias de la sociedad burguesa a la que pertenece y en la que vive. Como consecuencia del sentimiento de la diferencia, la actitud del poeta sevillano frente al mundo se definirá por la rebeldía y por el sentimiento de frustración provocado por el choque constante entre la realidad que vive y el deseo de vivir, de amar, de forma diferente.
informacion bastante interesante me he hecho un pajote con las imagenes
ResponderEliminargracias por la info rippercito pero te aconsejo ir a pornhub que hay si que hay buenas imágenes
Eliminarpor cierto sara gomez porque no buscas info y la redactas tu en vez de copiarla directamente de wiquipedia?
ResponderEliminarno esta copiada de wikipedia
Eliminarsabes que si
EliminarNo
EliminarMadre mia willy
ResponderEliminarSara eres una pedazo de mierda
ResponderEliminarEnhorabuena por este blog, perfecta redacción
ResponderEliminarGracias, me ayudaste a realizar una práctica para selectividad.
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